dimanche 23 novembre 2008

Suspiros


Cerrando los ojos, aprendí a amarte, abriéndolos a olvidarte.
En fermant les yeux, j'ai appris à t'aimer, en les ouvrant à t'oublier

samedi 8 novembre 2008

Tramway



Il dort avec sa tête appuyée à la fenêtre du tramway, il dort en mettant à profit le soleil qui défait dehors la glace, Qui dérange le sucre, qui oxyde les rails.

Il dort dans le ventre de ce wagon, Rêve qu'il marche des dos, Et que le parcours que tome est le correct, La direction qui le laissera dormir en tandis, que ses veines sont dégelées, La direction de ses chimères primitives.

Il dort dans le tramway qui ne commence jamais et il ne finit jamais, il dort et laisse reposer ses yeux des lentilles d'augmentation.

À mesure que le soleil disparaît, il se secoue pour surveiller son âme, Pour déclarer pour ce qu'il ne sente pas de douleur de dos, s'éveille pour ne pas passer de sa station …

mardi 4 novembre 2008

Tu poema



Muéstrame tu poema mujer,
muéstrame tu poema de miga y pan,
muéstramelo que necesito hallarte en el medio de la carretera.

Muéstrame tu poema mujer que exijo saber en que orden están tus costillas,
que revelan tus quejidos bajo el agua.

Muéstrame tu poema mujer que quiero saber lo que te asusta desde niña,
lo que escondes bajo la cama,
lo que aprendiste en la escuela.

Quiero leer tu poema y escuchar con cuantas tú,
Tú hablas.

Prometo no interrumpir,
jugare a ser silencioso,
si es necesario me visto del color, que menos veas.

Muéstramelo, te lo juro que lo leo y lo olvido rápidamente,
así como se supone que olvidamos otras cosas,
algunos días, sueños y olores.

Enséñamelo que tengo hambre y sed,
será mi desayuno, almuerzo y cena.

Muéstramelo, que te cuesta,
que necesito ver la crucifixión o renacimiento de tu palabra.

Poema a Cesar Vallejo


Si he de morir y acarrearme.
He de sucumbirme ante una enfermedad desconocida,
porque si fuera conocida tendría que tratar muchas veces con la muerte...

samedi 1 novembre 2008

La sombra de una mariposa

Dentro de un armario,
repleto de pieles colgadas,
la sombra de una mariposa vuela tranquilamente.

Quizás esperando la luz que atraganta a las polillas,
la luz porfiada que con frecuencia se arremete en cualquier bolsillo ajeno.

Dentro de un guardarropas,
yace perdida la sombra de una mariposa,
quizás aguardando que por los ojos abiertos
de una madera bautizada por el tiempo,
y barnizada por las telarañas
entre la primavera.